lunes, 21 de diciembre de 2009
Tempestad
El cielo se nubla, y con ellas se aproxima una nueva tormenta, otra tempestad.
A muchas personas las aterra, a otras las deprime y a unas tantas les provoca melancolía. Yo creo que no entro en estos parámetros.
Las lluvias que hoy asechan son las mismas que siempre que las necesito están ahí para calmarme, para cuidarme, para enamorarme.
Sí, son los días que parecen noches los que me calman. Es el cielo cerrado que me cuida con su manto. Es la lluvia que moja mi piel la que me enamora.
Una sensación muy parecida a ésta es la que una persona me hace sentir. Una persona que apareció sorpresivamente como una nueva tormenta; que quizá pronto se vaya, dejando al descubierto brotes de bondad y afecto, y que yo seguiré esperando hasta la próxima temporadas de lluvias.
Durante los días soleados me sentaré, muy probablemente, a contemplar los vástagos de tu pasar; el olor a la tierra húmeda, el canto de las aves, y hasta un hermoso arco-iris desplegando majestuosidad en todo su arco.
También éstos pueden ser considerados días "lindos", solo para quienes se sienten a contemplarlos. Para mí, serán los eslabones de una nueva cadena que se cortará cuando alcance nuevamente mi liberación de amor, una nueva tempestad.
lunes, 14 de diciembre de 2009
Para Juan
Hacia rato que tenia ganas de escribirte algo, y me parece que llegó el momento.
Hay tantas cosas para decirte y tan pocas palabras para expresarlo, ergo "gracias", "perdón", "te quiero mucho"; pero la verdad es que no siento que sean muy originales.
Las cartas que se hacen los amigos deberían tener algo más que esas simples letras juntas, deberían ser tan pero tan especiales, que tuviesen el contenido que fuere, llegaran al corazón de quien lo leyera. Y esa es mi intensión para con esta carta (por así decirlo).
Sos una persona muy importante en mi vida, a la cual me encantó haber conocido. Que me enseñó a crecer como persona y sobre todo como amiga, porque creo que hoy no sería lo que soy sino hubiese sido por vos.
Me ayudaste tanto, me escuchaste cuando nadie quiso hacerlo, me abrazaste, me viste e hiciste llorar. Fueron muchas las sensaciones, las emociones, las pasiones que provocaste en mi, y hoy siento que no las quiero perder.
El tiempo dirá si las horas que pasamos fueron recíprocas, si los ratos compartidos dieron sus frutos. Si esto perdura y crece, entonces podemos decir que valió la pena.
Podrías decirme que todas las amistades lo valen, pero hay muchas que son mejor no recordar. Olvidar no, solo no hacer memoria. Espero que la nuestra sea de aquellas que con los años se conservan y hacen gratos los momentos en que uno recapacita en las viejas épocas.
Gracias, perdón, te quiero mucho.
"Un verdadero amigo es aquel que entra cuando el resto del mundo sale"
martes, 8 de diciembre de 2009
Muriendo por vivir
Algunos ven la distorsion como belleza
y sus cabezas no han sabido proteger
ahora dicen que hay humor en la tristeza
yo me pregunto si reiran cuando no este
¿por que luchar por vivir si vivo para luchar?
¿por que me esfuerzo por ver cuando no hay nada ante mi?
¿porque es que trato de dar si nadie me da lugar?
¿por que morir por vivir si vivo para morir?
que los valores son apenas subjetivos
han repetido tantas veces por ahi
y asi es que viven,luchan,matan sin objetivo
vivos de muertos es dificil distinguir
¿por que luchar por vivir si vivo para luchar?
¿por que me esfuerzo por ver cuando no hay nada ante mi?
¿porque es que trato de dar si nadie me da lugar?
¿por que morir por vivir si vivo para morir?
mis palabras ya enrede con confusiones
asi que espero que me entiendas el hablar
yo solia gastar mi vida en ilusiones
hoy lo real podra podra mis sueños realizar
y luchare por vivir hasta no haber por que luchar
e ire tratando de ver hasta que perciba el fin
yo estoy tratando de dar,le ruego ,dame un lugar
por eso muero por vivir hasta estar listo a morir
Pedro Aznar
domingo, 29 de noviembre de 2009
Ya 8 años
Ya 8 años, que rápido que pasó el tiempo.
Pensar que hace 8 años atras, yo estaba tomando la comunión, y vos, internado. Pensar que te mandé las fotos pra que me vieras hacer una de las cosas más importantes de mi vida, aunque mas no sea, en imágenes, pero ni eso te permitieron.
Te tenían dormido, en un trance para que no sufrieras. Yo también queria estarlo, nadie me dio la oportunidad.
Así pasaron los días, y llegó mi cumpleaños de 15. Siempre quisiste bailar el bals conmigo y la vida no te lo permitió. Yo tampoco me lo permití, era algo que teníamos que hacer juntos.
Yo hoy me encuentro aca, sentada frente al monitor, superando de a poco tu partida, dejandote ascender a otro nivel, dejandote.
Te amo y siempre lo voy a hacer. Pero por sobre todo te extraño; extraño abrazos, caricias, la guitarrita, el chamamé. Tantas cosas extraño y necesito de vos.
Gracias por ser parte de mi y saber que siempre te voy a tener por más distanciados que nos encontremos.
domingo, 22 de noviembre de 2009
Estigmas
Los estigmas son marcas que cada uno lleva como un recordatorio de lo que vivió.
Los hay de dos tipos: los superficiales, que todo el mundo puede apreciar; y los internos, que a veces ni uno mismo logra conocer.
Yo poseo ambos.
Los exteriores aparecen de vez en cuando, como una somatización de mis pensamientos en mi piel. Duelen, arden, queman, me averguenzan. Me consumen viva provocando que la gente me mire con asombro, curiosidad o desprecio.
Estos estigmas me generan nuevos. A veces más sobre mis tejidos, pero siempre sobre mi alma.
Las heridas internas son las secretas, las que nadie conoce y las que yo tengo miedo de descubrir.
Creo que si se pudiera sacar fotografías a las cosas etéreas, mi ser aparecería bañado en sangre con tajos y cortes pronunciados que la vida le dejó como souvenir.
Hay curas para el cuerpo, ¿pero las hay para el alma? ¿Cómo sabemos si realmente sanó, cuando no la podemos ver?
Son preguntas sin respuestas aparentes que solo al encontrar el equilibrio podremos saber si realmente logramos descifrar el enigma.
viernes, 20 de noviembre de 2009
Refugio
Algún refugio
para ocultarme de esta feroz tormenta
de preguntas de respuestas
No se a quien preguntar
o si tal vez callar
o viejos sitios visitar
o mantenerme quieto
cerrar los ojos y llegar a ver.
El manto, el manto cubriéndote,
te vi, me vi.
Y fuimos juntos contemplando el silencio,
buscando una y cientos de veces
entre el río y el mismísimo mar.
Y fueron las lluvias, su agua y los vientos
viajando, jugueteando, erosionando.
Y hoy somos rocas y mañana arenas.
Bañados por las aguas
de este mismísimo mar de miedos.
No quiero volver atrás
quiero encontrar las fotos,
el tiempo sobre veces pasadas,
recientes, lejanas
en tiempos de furia y de calma
soy lo que me espera allá
esperarme allá
hoy mi deseo
es poder desear te que estés bien
donde quieras que estés
Que estés bien.
Ésta es una canción de Catupecu Machu (banda que amo) y que por una de esas casualidades hoy llegó a mis manos, y se podría decir en el momento oportuno para darme el pie a escribir.
Me siento así, buscando un refugio, un lugar donde poder esconderme de estos miedos, de estas advercidades. Buscando y buscando, harta de buscar, harta de buscar sola.
Necesito que me ayudes, que estés a mi lado, y que dejes de esperar a que el tiempo pase y las cosas de arreglen por sí solas. Que asumas las responsabilidades que un día elegiste tener (al menos eso creo yo).
Ya sé que nunca vas a leer esto, es más, nadie lo lee, pero es en el único lugar donde puedo expresar lo que pienso sin recibir mierda a cambio, sin que todo lo que armé, planifiqué, soñé, se derrumbe.
martes, 17 de noviembre de 2009
Hoy quiero hablar de la dependencia, la dependencia emocional.
Yo sé que soy una persona que carece de afecto, o que al menos no quiere recibirlo por el simple hecho de sentirse mejor. Pero hay otras personas que sí.
Ellas son como un parásito: necesitan de otro para vivir y realizar sus funciones vitales. Y en el caso de las personas, son los huespedes no deseados, son aquellos que llevan todo a los extremos, a tal punto de olvidar el amor propio y creer que vivien solo para su hospedante.
Son estos seres con dependencia a los que no tolero, a los que no quiero recibir y mucho menos cuidar.
¿No se dan cuenta que a penas tengo energías para aguantar a mi cuerpo y pretenden que lo haga con dos? ¡Qué concepto erróneo!
Empiecen por vivir su propia vida y dejen que los demás también lo hagan, no quieran vivir siempre a cuesta de los otros.
martes, 3 de noviembre de 2009
Debe haber algo en mi vida, algo en mí, que este bien. Se podría decir que lo único que estaba "bien" era la relación con mi familia, o lo que hasta hace un tiempo yo consideraba como tal.
Todo seguía su curso, eramos un grupo de cuatro personas conviviendo con una relación bastante agradable.
Pero un día todo eso cambió. Abruscamente los pilares que sostenían mi vida se destruyeron. Mis padres deciden separarse sin tener en cuenta que su hija pasaba por un mal momento y que eso podría llegar a debastar su integridad psíquica.
Ese fue el momento en el cual caí, me golpeé y me lastimé mucho. No podía creer que todo eso me estuviera pasando a mí: lo único perfecto que me quedaba estaba totalmente desecho y yo sin poder hacer nada para detenerlo.
Los días pasaban lentos. Odiaba llegar a mi casa y tener que estar en un lugar en el cual la tensión se podía cortar con un cuchillo. Y no crean que la situación cambiaba mucho durante mis horas en el colegio; llegar, llorar, intentar dormir, volver a llorar, y así hasta que se hiciera la hora de regresar al infierno.
domingo, 1 de noviembre de 2009
Sombras del futuro
Caminaste sobre las huellas ya transitadas
Las que alguna vez solías recorrer
Desahogaste los miedos a mis espaldas
Ya no hay tiempo para ponerse a correr
Te envolviste en un sueño de hadas
Y llorando recordaste el pasado aquel
Ahora te refugias en tus sabanas
Y tus lágrimas recuerdan al viejo ser
Paraguas abiertos en resplandores
Son vacíos a tus alrededores
Farolas iluminan tu pasado
Sombras entumecen tu futuro
Ahora caminas sobre las huellas hoy transitadas
Las que nuevamente vas a recorrer
No necesitas desahogar tus miedos
Es hora de ponerse a correr
miércoles, 28 de octubre de 2009
Princesa de un cuento no-nato
Este texto lo escribi en algun momento donde mi subconsiente me dijo: "expresa con palabras aquellas ideas que tenés dando vueltas"; y vaya a saber uno, terminó como un ensayo para la hora de Flisofia.
En el siguente ensayo, voy a pasar a explicar cómo la sociedad tiene influencia sobre el Hombre, sobre su conformación como persona.
Y qué mejor ejemplo de esto, que el de uno mismo.
La sociedad puede marcarte e incluso transformarte para toda tu vida; no solo culturalmente, sino también a nivel psicológico e incluso físico.
Obiamente esto en muchos casos beneficia a algunas personas. Pero no es mi caso. A mí, como a muchos otros, la sociedad nos excluyo, nos dejó afuera.
A continuación voy a contarles mi vivencia.
Hoy me siento un poco más liviana. Aún no sé bien ni los motivos de mi tristeza y mucho menos voy a conocer los de mi felicidad, o mejor dicho, trance.
Es una situación algo incómoda. Nunca sé cuándo me va a agarrar una depresión y cuándo voy a salir de la misma. Lo único que espero cada vez que mi trance aparece, es que se valla pronto y que me deje en paz de una buena vez por todas.
Las personas "normales", se asi se hacen llamar, no entienden a las personas como yo; nos tratan de enfermos, de paranoicos, de raros, y muchas otras formas más solo para recordarnos que no nos van a aceptar en su "clan".
Ahora bien, ¿no se dieron cuenta que Ustedes, tan superiores y perfectos, lavaron nuestra esencia con el fin de introducirnos en su sociedad para que luego nos excluyan y juzguen por ello? ¿Quién está más enfermos que quién?
No siempre estuve aca. Antes, mucho antes de perder mi YO verdadero, me creía parte de un grupo de personas con las cuales compartía sueños utópicos de mi mundo, de nuestro mundo. Un grupo de personas, las cuales nunca me abandonarían.
Pero como siempre, alguien sale perdiendo. Y en el juego de la vida me tocó perder a mí.
¿Perder? Sí, eso pensé en un principio pero hoy por hoy, creo que salí ganando ya que comprendí en quiénes confiar y en quiénes no. Conocí cuáles eran realmente mis aspiraciones, qué quería de mí y para mí.
Sí, la sociedad me marcó de una manera muy dura, aún hoy siento sus manos posándose sobre mí, sobre mi persona. Aún hoy siento escalofrios y asco de ella, a veces hubiera preferido no haber tenido que enfrentarla nunca. Sin embargo, ella se apoderó de mí, y no solo me alejó de mis metas, sino también de mis afectos y amistades.
Hasta el día de hoy estos fantasmas me persiguen y cada tanto, hacen que me tropiece muy fuerte pero también, es a ellos a quienes debo mi gratitud: siempre me recuerdan quién soy y me hacen sentir que estoy viva.
Yo me dejé maltratar y moldear a su placer, hasta que dije basta. Yo soy dueña de mi cuerpo, de mi mente, de mi Persona, y nunca más voy a dejar que nadie me use y abuse de mí.
Retomando la idea inicial, la sociedad como hoy la conocemos, es un arma de doble filo.
Si la sabes usar, podría ayudarte a completar todos tus sueños y aspiraciones.
Si no la sabes usar, todos los que la conforman estarán en tu contra y serás condenado por los mismos que alguna vez te cobijaron.
Y si dejás que ella te use, perderás lo único que es tuyo, eso que no se compra pero que aún asi se puede vender: tu amor propio, tu persona.
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