martes, 3 de noviembre de 2009
Debe haber algo en mi vida, algo en mí, que este bien. Se podría decir que lo único que estaba "bien" era la relación con mi familia, o lo que hasta hace un tiempo yo consideraba como tal.
Todo seguía su curso, eramos un grupo de cuatro personas conviviendo con una relación bastante agradable.
Pero un día todo eso cambió. Abruscamente los pilares que sostenían mi vida se destruyeron. Mis padres deciden separarse sin tener en cuenta que su hija pasaba por un mal momento y que eso podría llegar a debastar su integridad psíquica.
Ese fue el momento en el cual caí, me golpeé y me lastimé mucho. No podía creer que todo eso me estuviera pasando a mí: lo único perfecto que me quedaba estaba totalmente desecho y yo sin poder hacer nada para detenerlo.
Los días pasaban lentos. Odiaba llegar a mi casa y tener que estar en un lugar en el cual la tensión se podía cortar con un cuchillo. Y no crean que la situación cambiaba mucho durante mis horas en el colegio; llegar, llorar, intentar dormir, volver a llorar, y así hasta que se hiciera la hora de regresar al infierno.
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Siempre me tuviste y siempre me vas a tener.. Sabes que nunca te voy a dejar sola!!
ResponderEliminarVes cómo va tomando un poco de "color" el blog? Después te paso unos truquillos ;)
Beso grande :)