domingo, 30 de mayo de 2010
Mariana, agarrate fuerte que nos vamos
El charlar con vos me abrió la cabeza, hizo que me dieran ganas de dedicarte unas palabras, pero no unas cualquiera, sino unas de luz.
Te veo perdida, sin un rumbo, sin metas. Te acompañan las desiluciones, los fracasos, los fantasmas. Caminás sola, yo te sigo sin que lo notes. Tu corazón poco a poco se apaga, dejandote cada vez más en agonía. Necesitas de alguien que encienda esa mecha, pero no te das cuenta que no hay nadie más que vos misma en ese sendero. ¿Por qué miras a tus costados?¿Qué es lo que buscás?¿Compañía quizá?... No la necesitas, te tenes a vos misma para caminar, para ser tu apoyo; pero siempre, siempre, yo voy a estar atrás tuyo para ayudar a levantarte.
martes, 11 de mayo de 2010
Trajiste luz
Cómo cambia todo...
Cuando uno cree que el sol ya no sale, que las mareas no suben...
Cuando uno cree que los pájaros no cantan, que las hojas no caen...
Cuando uno cree que el porvenir esta ya demasiado lejos y solo le queda resignarse y vivir el presente...
Cuando uno deja de creer en sí mismo, en los demás, en el todo...
Cuando uno deja de sentir y solo sobrevive...
Cuando el calor ya no quema nuestra piel y las sombras no erizan nuestro ser...
Cuando tus paredes se derrumban, los cimientos se doblan, los pisos se esquebrajan y no hay techo alguno...
Cuando no haya más luz tampoco habrá oscuridad...
...Cuando haya oscuridad, un rayo de luz corromperá.
Con la claridad se pueden ver muchas cosas, y mejor; que el sol y el mar siguen su ciclo, que los pájaros siguen entonando sus melodías y que las hojas cubren nuestro suelo, que la resignación no existe sino la aceptación, que la fe es lo que nos mantiene en pié, que los sentimientos y la vida valen la pena, que el frío o el calor ya no tienen importancia, que nada se pierde sino que se transforma y evoluciona...
Que trajiste la luz.
domingo, 9 de mayo de 2010
Reencontrando
Hace meses que tenía abandonado a este lugar... Hace meses que no estoy bien y fui dejando a un lado las cosas que me hacen mejor.
Escribir, leer, fotografiar... cosas que mantienen mi cabeza ocupada y no la dejan pensar. Sí, esta bueno no pensar de vez en cuando pero ¿vale la pena abandonar tus pasiones por el simple hecho de no querer afrontar las cosas, por no querer tomar decisiones?
Hoy me doy cuenta de lo equivocada que estuve al dejar mi esencia en el cajón, al dejar de ser yo para poder llegar a ser alguien del que no estaba cómoda de ser.
Muchas personas fueron y vinieron en el camino; pocas, las que YO (y nadie más que yo) quise, se quedaron. Estas últimas todavía estan, y cada vez que pienso en ellas me recuerdan el amor, las pasiones, las utopías que había dejado para el recuerdo.
Quiero estar bien, poder crecer y reencontrarme. Pero para ello los necesito, y sé que van a estar, en cuerpo o en alma, van a estar.
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